top of page

TERAPIA NARRATIVA, SALUD MENTAL Y TRABAJO SOCIAL CLÍNICO

Entrevista realizada al Mg. Diego Reyes Barría, sobre su participación en el Primer Congreso Internacional del Perú “Apostando por un Trabajo Social Inclusivo” y el estado del Trabajo Social Clínico actualmente en Latinoamérica.


Este congreso fue organizado por la Asociación Latinoamericana de Enseñanza e Investigación en Trabajo Social (ALAEITS), Colegio de Trabajadores Sociales del Perú de la Región VII de Puno y la Universidad del Altiplano de Puno, y se realizó entre el 19 y 21 de julio, en la ciudad de Puno (Perú).



¿Por qué decides exponer en este Congreso del Perú?


Fui invitado por el Colegio de Trabajadores Sociales del Perú de la Región VII de Puno, quienes tomaron conocimiento sobre las nuevas “Normas y Orientaciones del Trabajo Social en Salud” (2018) aprobadas por el Ministerio de Salud de Chile. En dicho documento se exponen nuevos desafíos para la profesión en nuestro país, lo cual se vincula con el desarrollo de la Salud Mental y del Trabajo Social Clínico.


En este sentido, como he estado activo en el desarrollo del Trabajo Social Clínico en Chile, tanto académicamente como profesionalmente, actualmente soy el Coordinador Nacional del Comité Asesor de Trabajo Social Clínico y Salud Mental del Colegio de Trabajadores Sociales de Chile, como también co-fundador de la CITSC, y en la Universidad de La Frontera llevo a cabo enlaces con dicha especialidad, dando formación especializada en Salud Mental a estudiantes de Trabajo Social.


La finalidad para los organizadores del congreso era ver los últimos avances profesionales en Trabajo Social Clínico y ver como se trabaja terapéuticamente con diversos sistemas humanos en salud mental, específicamente desde la terapia narrativa, perspectiva clínica que ha permitido humanizar las relaciones entre profesionales y las personas con las cuales se trabaja.



¿Existe algún nexo de la UFRO con la entidad organizadora del congreso?


Por lo que tengo entendido no, no obstante he podido tener un acercamiento con la Universidad del Altiplano de Puno y con la Facultad de Trabajo Social. Gracias a la Dra. Maritza Castro Távara quién me invitó a dar una clase sobre “Trabajo Social Clínico en Salud Mental” para los estudiantes de primer año en Trabajo Social de dicha Universidad, se ha podido generar un nexo importante. De hecho, muchos y muchas estudiantes estaban viendo la posibilidad de hacer pasantías en Chile y específicamente en la Universidad de la Frontera (UFRO) para tener formación de Trabajo Social en Salud Mental y conocer los escenarios de práctica profesional que nuestro país tiene y que muchos de ellos no existen en Perú. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con Reparación en Maltrato Grave y Abuso Sexual.


Por otro lado, también estuve invitado, junto a otros colegas internacionales al canal de televisión de la Universidad del Altiplano de Puno, al programa Cultura Universitaria, en donde expuse sobre lo que se esperaba del congreso y de la temática a la cual estaba abocado.


Acceso al vídeo completo




¿Sobre qué expusiste? Objetivo principal de la exposición


Mi ponencia se tituló: “Terapia Narrativa, Salud Mental y Trabajo Social Clínico: Una Reconceptualización necesaria para el Trabajo Social Latinoamericano Contemporáneo en tiempos de crisis”


El Trabajo Social y la práctica clínica que se realiza en contextos de salud mental o en programas psicosociales busca construir prácticas profesionales que promuevan la colaboración entre trabajadores sociales y las personas desde una ética colaborativa. Ante lo cual, se hace sumamente necesario instalar prácticas integrativas que permitan intervenir desde distintas modalidades, ya sea individual, familiar o colectivamente; con una intensión ulterior que enriquezca el tejido social de personas ante problemas como la violencia intrafamiliar y el abuso, los cuales tienen efectos devastadores y desoladores. Creo que el Trabajo Social Latinoamericano Contemporáneo está viviendo una nueva reconceptualización de su identidad profesional, vislumbrándose un profesional más independiente, creativo e integral, lo cual poco a poco va delineando una práctica avanzada que es el Trabajo Social Clínico.


Bajo este panorama, la terapia narrativa o práctica narrativa, viene siendo una forma de pensar y de hacer en la práctica profesional del Trabajo Social, otorgando una ética colaborativa, una posición descentrada pero influyente y una práctica sensible a lo relacional que enfatiza los aspectos políticos, de género y culturales que se encuentran presentes en la intervención profesional de las subjetividades. Dicho enfoque al mismo tiempo ha permitido reconstruir al Trabajo Social Clínico, reivindicando los principales valores que la profesión posee en entorno a la Justicia Social y a la Transformación social de las personas, familias y colectivos; devolviéndole el carácter solidario, emancipador e integrativo a la práctica profesional. Bajo estas consideraciones, hemos visto y comprobado que dicho enfoque brinda nuevas oportunidades para los contextos laborales de hoy, y eso ha sido comprobado en Chile y ha sido muy atractivo para los asistentes del Perú, quienes recibieron con elogio y satisfacción el Trabajo Social Clínico Chileno, la Terapia Narrativa como práctica y la posibilidad de traducir dichas experiencias profesionales a su realidad sociocultural.


 

"La práctica Narrativo ha permitido reconstruir al Trabajo Social Clínico, reivindicando los principales valores que la profesión posee en entorno a la Justicia Social y a la Transformación social"

 

La exposición estuvo enfocada a analizar las corrientes contemporáneas del Trabajo Social en el ámbito de la intervención clínica en la atención profesional a diferentes sistemas humanos. Al mismo tiempo, se discutió un resurgir de la reconceptualización del Trabajo Social en el siglo XXI, dando a conocer las nuevas epistemologías vinculadas al construccionismo social, el posmodernismo, al género, la narrativa y el postestructuralismo; visiones que otorgan un giro paradigmático en la comprensión de la identidad profesional y de los fundamentos de las nuevas prácticas que han estado surgiendo en el escenario profesional. La idea era fortalecer una práctica clínica integrativa (personal, familiar y colectiva) que haga justa a los aspectos políticos, culturales y de género que están en cada intervención terapéutica que realizamos. Finalmente, hoy por hoy existe un reconocimiento del Trabajo Social Clínico como especialidad inevitable en nuestro país, como también lo es para el Perú, lo cual ha significado una nueva apuesta para la profesión en los tiempos de crisis de la identidad disciplinaria, ya que muchas veces las instituciones nos vinculan a una identidad profesional asistencial o de control social.


¿Te parece necesario replicar un congreso de esa temática en nuestra Universidad?


Considero que Chile hoy en día en materia de Trabajo Social está siendo pionero en reconocer el Trabajo Social Clínico y la Salud Mental como Identidad Profesional y como campo disciplinario. Somos los únicos en Latinoamérica, a excepción de Puerto Rico, en donde gremialmente se ha reconocido el Trabajo Social Clínico. Y en este sentido, la UFRO ha sido iniciática al ofrecer el primer seminario nacional de “Terapia Narrativa y Trabajo Social Clínico” el cual fue realizado el 12 de Junio del presente año y con una convocatoria masiva. Sin duda, que un congreso de Trabajo Social, y específicamente en esta área sería ideal ante la coyuntura gremial y profesional que estamos viviendo en Latinoamérica, y creo que sería importante que pudiera darse un congreso internacional en nuestra universidad. Hoy más que nunca se debe enfatizar en la necesidad de crear prácticas integrativas y que centren en lo comunitario, ya el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría (2018-2025) está solicitando mayor formación en salud mental comunitaria, y por lo menos en Trabajo Social de la UFRO, contamos con un electivo profesional especializado en Trabajo Social, Salud Mental y Psiquiatría; y esperamos que se incluya más oferta formativa en esta línea académica y profesional.


¿Lograste hacer alianzas o redes?


Sin duda, he podido establecer alianzas con el Colegio de Trabajadores Social de Puno y con la Universidad del Altiplano de Puno, me interesa poder contribuir a que estudiantes de pre-grado de dicho país puedan realizar pasantías y conocer nuestro Trabajo Social local y formarse en nuestras aulas, creo que tenemos mucho que enseñar y promover, lo cual puede ser traducido posteriormente a sus contextos nacionales que tienen una riqueza cultural significativa. Esta ocasión también me ha permitido dar un paso para pensar otra presentación que realizaré en el II Encuentro Latinoamericano de Derechos Humanos y Salud Mental que se realizará en Montevideo Uruguay entre el 9 y el 12 de Octubre del presente año, en donde también expondré sobre Trabajo Social Clínico desde las prácticas narrativas en Salud Mental.


 

“Un trabajador social clínico, es capaz de trabajar en múltiples modalidades de atención desde una praxis clínica crítica y sensible a lo relacional"

 

¿Cómo beneficia tu participación en el congreso a la carrera de Trabajo Social?


Mi participación en el congreso viene a representar a que como docente del Departamento de Trabajo Social de la UFRO, estamos siendo pioneros en nuestra disciplina a nivel nacional y quizás latinoamericano. Hemos comenzado a introducir en nuestra formación en Salud Mental tópicos que se relacionan con el desarrollo de un Trabajo Social Clínico crítico y comunitario, sensible a lo político, cultural y al género. En este sentido, mi participación como especialista en Terapia Narrativa y Trabajo Social Clínico, beneficia a promocionar una nueva identidad de trabajador social, “un trabajador social clínico”, el cual es capaz de trabajar en múltiples modalidades de atención (personas, familias y colectivos) desde una praxis clínica crítica y sensible a lo relacional. Lo que también representa mi participación tiene que ver con mostrar nuevos conocimientos en Trabajo Social Clínico, nuevas metodologías de intervención y de enseñanza; lo que se traduce en la promoción de un Trabajo Social emancipador y crítico de la realidad sociocultural. Finalizando mi exposición en el congreso, realicé un taller experiencial llamado “El poder de nuestras historias” con 45 personas que asistieron (todas eran mujeres, trabajadoras sociales y estudiantes de Trabajo Social) con las cuales ejercitamos desde la terapia narrativa colectiva, procesos de diálogos históricos biográficos, y escribiendo documentos terapéuticos colectivos sobre salud mental y nuevas identidades para el Trabajo Social.



Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page